miércoles, 3 de junio de 2015

Es una forma de vida no un delito

En la actualidad, los deportistas del “skateboarding” o “skate” son víctimas de la sociedad. Son agredidos por las autoridades y por las dos principales maras de El Salvador, la Salvatrucha y la 18.
A diferencia de países como Estados Unidos, en donde el "skate" es una profesión, vista con cierto respeto por sus exponentes, como Tony Hawk, en El Salvador a los practicantes del patinaje se les considera unos vagos y pandilleros. En parte sucede porque, al ver el graffiti “SK-8” o “SKATE II NO ES UN CRIMEN”, los pandilleros piensan que son una mara rival.
María Hernández, de 42 años, dijo: “me gusta verlos, pero me da lástima verlos en las calles”. Y justamente ahí se desarrolla una lucha diaria por sobrevivir, debido a que carecen de un espacio donde reine su deporte favorito, además hay personas que se molestan y los insultan por el ruido.
                                            
El pasado 20 de julio de 2006, los "skate’s" salvadoreños hicieron una marcha con los guatemaltecos en la capital chapina. Ahí los patinadores, unos 200, pidieron crear un "skate-park", adecuado a la práctica de su deporte. También denominaron el 20 de julio como el Día Nacional del skate.
El “Tokex”, de 18 años, acostumbra patinar en el Parque Balboa, en San Salvador. El comentó que las personas los ven como antisociales. El mejor ejemplo es que la Policía Nacional Civil (PNC) los captura bajo cargos de asociaciones ilícitas y desórdenes en vía públicas. “Una vez me detuvieron, y me quisieron decomisar la tabla y no me dejé. Entonces me golpearon, y me llevaron seis días preso sin audiencia y sin nada”, contó el joven. El no denunció el atropello, “es una perdida de tiempo, porque no nos toman en cuenta”.
Zona de acción
 
Los skate-park más conocidos son el Parque de Los Leones, mejor llamado El Parque Paleta, ubicado en la Colonia Holanda de Montserrat, San Salvador; el Parque Balboa y recientemente un parque de Lourdes, en el departamento de La Libertad. Son los únicos que llenan ciertos requisitos, pero la infraestructura es muy limitada. En ellos se necesitan, de acuerdo a los entendidos en la materia, rampas, tubos, cajas o en su defecto de cemento con ángulos de acero a los lados.
El “Rasta”, de 22 años, expresó que las personas los ven mal en ocasiones por ignorancia, “porque no saben que uno hace lo que puede. Las autoridades nos llevan por asociaciones, pero esa ley salió para los mareros no para los que patinamos, ya que no es un delito patinar”.
Cabe señalar que los skate’s pidieron ser identificados por sus sobrenombres y no por sus nombres reales, por razones de seguridad. Asimismo la apariencia de los ellos despierta cierta desconfianza en la gente, pero muchos trabajan o estudian. Por ejemplo, el “Susurro” es un estudiante de bachillerato en un centro escolar de Los Planes de Renderos, y su pasatiempo es el patinaje. “Las personas tienen el problema que lo primero que ven es lo primero que se critica”, dice el joven.
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