En la actualidad, los deportistas del “skateboarding” o “skate” son
víctimas de la sociedad. Son agredidos por las autoridades y por las dos
principales maras de El Salvador, la Salvatrucha y la 18.
A diferencia de países como Estados Unidos, en
donde el "skate" es una profesión, vista con cierto respeto por sus
exponentes, como Tony Hawk, en El Salvador a los practicantes del
patinaje se les considera unos vagos y pandilleros. En parte sucede
porque, al ver el graffiti “SK-8” o “SKATE II NO ES UN CRIMEN”, los
pandilleros piensan que son una mara rival.
María Hernández, de 42 años, dijo: “me gusta
verlos, pero me da lástima verlos en las calles”. Y justamente ahí se
desarrolla una lucha diaria por sobrevivir, debido a que carecen de un
espacio donde reine su deporte favorito, además hay personas que se
molestan y los insultan por el ruido.
El pasado 20 de julio de 2006, los "skate’s"
salvadoreños hicieron una marcha con los guatemaltecos en la capital
chapina. Ahí los patinadores, unos 200, pidieron crear un "skate-park",
adecuado a la práctica de su deporte. También denominaron el 20 de julio
como el Día Nacional del skate.
El “Tokex”, de 18 años, acostumbra patinar en
el Parque Balboa, en San Salvador. El comentó que las personas los ven
como antisociales. El mejor ejemplo es que la Policía Nacional Civil
(PNC) los captura bajo cargos de asociaciones ilícitas y desórdenes en
vía públicas. “Una vez me detuvieron, y me quisieron decomisar la tabla y
no me dejé. Entonces me golpearon, y me llevaron seis días preso sin
audiencia y sin nada”, contó el joven. El no denunció el atropello, “es
una perdida de tiempo, porque no nos toman en cuenta”.
Zona de acción
Los skate-park más conocidos son el Parque de
Los Leones, mejor llamado El Parque Paleta, ubicado en la Colonia
Holanda de Montserrat, San Salvador; el Parque Balboa y recientemente un
parque de Lourdes, en el departamento de La Libertad. Son los únicos
que llenan ciertos requisitos, pero la infraestructura es muy limitada.
En ellos se necesitan, de acuerdo a los entendidos en la materia,
rampas, tubos, cajas o en su defecto de cemento con ángulos de acero a
los lados.
El “Rasta”, de 22 años, expresó que las
personas los ven mal en ocasiones por ignorancia, “porque no saben que
uno hace lo que puede. Las autoridades nos llevan por asociaciones, pero
esa ley salió para los mareros no para los que patinamos, ya que no es
un delito patinar”.
Cabe señalar que los skate’s pidieron ser
identificados por sus sobrenombres y no por sus nombres reales, por
razones de seguridad. Asimismo la apariencia de los ellos despierta
cierta desconfianza en la gente, pero muchos trabajan o estudian. Por
ejemplo, el “Susurro” es un estudiante de bachillerato en un centro
escolar de Los Planes de Renderos, y su pasatiempo es el patinaje. “Las
personas tienen el problema que lo primero que ven es lo primero que se
critica”, dice el joven.
Sin confiar en el Estado